Características de los líquidos
Las fuerzas que los mantienen unidos son llamadas fuerzas intermoleculares. Se dividen en:
- Fuerzas ion-dipolo: Se presentan entre iones y moléculas, pero sólo moléculas polares, de manera que el polo positivo de la molécula sea atraído por un anión, y que el polo negativo de la molécula atraiga un catión.
- Fuerzas dipolo-dipolo: Se presentan entre dos moléculas polares, de manera que el lado positivo de la molécula se une al lado negativo de otra molécula igual (o incluso diferente).
- Fuerzas de London: Son muy débiles, se presentan entre moléculas no polares. Al no ser polares las moléculas la única explicación de que se sientan atraídas es que momentáneamente los electrones se ubiquen en un extremo de la molécula dándole una polaridad provisional y fugaz.
- Puentes de Hidrógeno: Se dan entre el Hidrógeno con cualquier elemento muy electronegativo, como el O, N, F.
La presión de vapor de un líquido indica la capacidad de que ese líquido se convierta en vapor a una misma temperatura. Si la presión de vapor de un líquido iguala a la presión de la atmósfera, el líquido comenzará a hervir o ebullir. Cada líquido tiene su presión de vapor propia, a una misma temperatura; si comparamos dos presiones de vapor de dos líquidos, la mayor corresponde al líquido más volátil.
Si dejamos caer sobre una mesa una gota de agua y otra de acetona, se evaporará primero la acetona, antes que el agua. Esto obedece que para esa temperatura ambiente, la presión de vapor de la acetona es mayor que la del agua.
El punto de ebullición es una propiedad muy relacionada con la presión de vapor. Indica la temperatura a la que un líquido ebullirá o hervirá, considerando que la presión permanece constante. Para el ejemplo de la acetona y el agua, el líquido que tenga el punto de ebullición menor será el más volátil.
La tensión superficial es la propiedad de un líquido de crear una capa en su superficie, resistente a romperse hasta cierto peso, propiciado porque las moléculas se atraen en el plano horizontal, en todo el borde de la superficie del líquido. Esta atracción es mayor a la de las moléculas que están en el interior del líquido.
La capilaridad es la propiedad que hace que un líquido ascienda por un conducto de diámetro pequeño. Tiene relación con la tensión superficial.
Con el ejemplo del menisco podemos describir las fuerzas de cohesión, que son mayores en un tubo de ensayo con mercurio que en un tubo con agua. En cambio en ese mismo ejemplo vemos que en el agua son mayores las fuerzas de adhesión que en el mercurio. Esto lo notamos por la forma del menisco de cada uno en el tubo de ensayo.
Características de los sólidos
Los sólidos amorfos son aquellos en los cuales sus moléculas no presentan ningún tipo lógico de ordenamiento.
Los sólidos cristalinos presentan una estructura cristalina de sus moléculas, ordenada y bien definida; generalmente formada por un patrón llamado celda unitaria, que es el más pequeño patrón identificable que se puede repetir en toda la estructura del sólido.
Los sólidos moleculares son aquellos que se unen con fuerzas intermoleculares, parecidas a las de los líquidos, en donde no se tiene mucha fuerza entre sus enlaces. Son blandos y sus puntos de fusión son bajos. Ejemplos de ellos son el hielo seco, el fósforo y el agua congelada.
Los sólidos covalentes son más duros por sus uniones covalentes. Sus puntos de fusión son elevados. Ejemplo de ellos son el diamante.
Los sólidos iónicos se crean a partir de las uniones de cationes y aniones, por lo que su estructura es cristalina y dependerá de las cargas de los iones y de sus radios. Siguen siendo fuertes.
Los sólidos metálicos son aquellos de los metales puros, cada arista, esquina, punto de la estructura es un átomo del metal. Los electrones se distribuyen en todo el sólido y esto los hace excelentes conductores del calor y la electricidad.
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